Tener buena suerte

Tener una actitud positiva en la vida muchas veces nos predispone a atraer la buena suerte y ser más felices con todo lo que nos rodea. Si bien no hay trucos mágicos y hay gente que sigue creyendo en los gafes, aunque no hay ningún fundamento científico para ello, lo cierto es que como decía Shopenhauer “la suerte baraja las cartas, pero nosotros jugamos”. Puede que en este momento nos haya tocado una mala partida, pero sin dudas, podremos ser los ganadores en la próxima. Así es, porque la actitud, la sabiduría, la experiencia y la paciencia pueden ser determinantes.

Para algunos, ser afortunado es ver crecer sanos a sus hijos, tener un buen trabajo, viajar o simplemente ayudar al prójimo, sin embargo, para otros la suerte va ligada al dinero y a lo meramente material. Cada uno es libre de buscar lo que le hace realmente feliz, ya sea jugando a la lotería para probar suerte, como llenarse de amuletos el hogar porque considera que así los buenos augurios le visitarán.

Básicamente, lo único que puede ayudarnos a tener buena suerte no es un trébol de cuatro hojas, sino ir al encuentro de nuestras metas y objetivos. El filósofo Francis Bacon decía “el hombre tiene en sus propias manos el molde de su fortuna”. No hay que confiarse igualmente que los problemas se van a resolver solos, pero tampoco cerrar los ojos y ciegamente creer que la suerte nos solucionará todo.

El viento siempre puede soplar a tu favor, por más de que pienses lo contrario. La suerte es como si fuera una semilla. Según el lugar donde la plantemos, tendremos diferentes frutos. Si la cultivamos en un suelo fértil y la regamos periódicamente, hay más posibilidades de que germine y podamos cosechar. Si, de lo contrario, la dejamos abandonada en una tierra arenosa, no la regamos y no le prestamos atención, será casi imposible que algo bueno crezca de allí.

Consejos para tener suerte

1 – Prepárate: los afortunados son aquellos que trabajan para lograr sus sueños, no, como se cree, los que “han sido tocados por la varita mágica”. Haz lo que sea necesario para cumplir tus objetivos, crea las circunstancias adecuadas para alcanzarlos, crea metas intermedias, etc.

2 – Cambia de estrategia: a veces puede ser necesario modificar la manera en que vemos o actuamos para poder “tener suerte”. Seguro conoces a muchas personas que por más que lo intenten, parece que nada puede cambiar su destino. No se trata de buena o mala suerte, sino, de saber actuar de la forma adecuada o bien conocer el momento exacto en el que cambiar de rumbo o dirección. En vez de acumular fracasos, innova.

3 – Deja que te ayuden: la soledad no es buena en aquellos que están buscando “la suerte”. Según el dicho popular, tampoco es una consejera recomendada. Tener alianzas con otras personas, pedir asesoramiento, permitir que colaboren en tus proyectos o al menos te den sus opiniones, también es una manera de ser afortunados. Cuántas más manos haya para ayudar, más fácil será que consigas el éxito en lo que te propones.

4 – Traza una ruta: cuando estés transitando por la carretera en busca de la buena suerte, es preciso que sepas cuál es la dirección exacta para llegar al destino. Séneca dijo “no hay viento favorable para aquél que no sabe a donde va”. Marca un camino o una ruta y síguelo, así será más fácil que “llegues a buen puerto”.

5 – Persevera y triunfarás: otro dicho popular que se adapta perfectamente a la búsqueda de la suerte. Los proyectos que realmente valen la pena son largos, costosos y difíciles. Si eres perseverante, te esfuerzas y no escatimas en tiempo, podrás hacer realidad todo aquello que deseas. Elabora un plan, y síguelo al pie de la letra, pon lo mejor de ti mismo para llegar a esa meta, cueste lo que cueste.

6- Reconoce lo bueno: muchas veces nos enfocamos en aquello que nos gustaría tener y no en lo que ya poseemos. Si consideras que tienes mala suerte es porque no has echado un vistazo a tu alrededor. Tu familia, tu pareja, tu empleo, tu casa tal vez no sean sacadas de un cuento de hadas o de un sueño, pero si cuentas con todo ello, puedes considerarte una persona realmente afortunada.