Todos los lunes te acercas a tu administración de lotería con la esperanza de que la persona que hay tras el mostrador te diga que tu vida ha cambiado, que ya no tienes que preocuparte por cómo llegar a fin de mes y que podrás celebrar por fin tu décimo aniversario de boda, aunque ya lleváis 15 años casados.
La cuestión es que, aunque la esperanza es lo último que se pierde, cada semana sales de tu administración con cierta desazón. Otra vez la suerte ha pasado de largo. Es momento de pensar todas las cosas buenas que tiene NO ser un multimillonario.
Ventajas de no ser millonario
- Pagas menos a Hacienda. Para empezar, te ahorras el tributo que se paga a Hacienda por haber sido agraciado con un juego de azar. Por ejemplo, si te toca el Gordo, en vez de 400.000 euros, las arcas públicas se quedarán casi 80.000 euros de impuestos.
- Ser millonario es carísimo. Mantener varias casas y varios coches, implica multiplicar los gastos de seguros, impuestos, luz, agua, gas, combustible… Además, si contratas personal de servicio, los gastos se te disparan.
- No puedes confiar en todo el mundo. Cuando eres millonario, muchos se acercar a ti por interés y se fijan antes en tu dinero que en tu persona. Ven ti la oportunidad de hacer negocio y ese es motivo suficiente para acercarse y empezar con su estrategia de “hacer la pelota”. Piensan que de esta manera obtendrán tus favores. Para evitar a estas personas hay que estar en continua alerta y volverse un poco desconfiado.
- Pierdes privacidad y seguridad. Cuando tienes tanto dinero, despiertas envidias. Algunos pueden querer conseguir tu dinero a la fuerza y eso hace que tu seguridad física peligre. A menudo se hace indispensable contratar personal de seguridad que te acompañe las 24 horas, con la consiguiente pérdida de intimidad. También tus propiedades (casas, coches..) deben estar protegidos y vigilados para evitar posibles robos.
- Malas inversiones te pueden llevar a la ruina. Cuando dispones de muchos millones, las inversiones son directamente proporcionales al dinero que tienes. Eso quiere decir que una buena operación puede ayudarte a multiplicar tus activos, de la misma manera que una mala inversión, puede ser tu ruina y entonces ¿cómo seguirías manteniendo todo el patrimonio adquirido?
- No todo lo compra el dinero. Parece un tópico, pero es real. Por mucho dinero que tengas, no puedes comprar ni el amor, ni la salud, más importantes que el dinero para ser feliz y los auténticos motores de una vida plena y feliz.
Visto así a uno se le quitan las ganas de meterse en más problemas ¿verdad? No siempre las consecuencias de tener dinero son tan apocalípticas, ni mucho menos. Simplemente hay que tener claro que ante un cambio de vida producido por el dinero, hay que tener cabeza y tener muy bien planificado donde invertimos cada euro.
Si alguien es irresponsable sin dinero y le caen encima 30 millones de euros en la lotería, corre el riesgo de que también su irresponsabilidad se multiplique por 30. En cambio, si alguien tiene su vida atada y bien atada, tiene claros sus objetivos y sus metas y de repente le llueven millones de euros, es lógico pensar que tratará de enfocar ese dinero en las cosas que de verdad importan.