Acabamos de empezar el mes de noviembre y en breve, comenzaremos a ver las calles de nuestras ciudades con sus lucecitas navideñas, los anuncios de turrones amenizarán cada pausa de la película, y nuestros hijos empezarán a redactar su carta a los Reyes Magos. Es momento de Navidad, lotería, buenos deseos y, por supuesto, ¡regalos!
Por experiencia sabes, que esa mala costumbre de dejarlo todo para el último momento, probablemente te llevará a una tarde frenética de compras (entre el 22 y el 23 de diciembre si eres de Papá Noel, o el 4 y 5 de enero, si eres más de Reyes), en la que “pillarás” lo primero que tengas a mano para regalar a cuñados, suegros y parientes varios.
La verdad es que no es un plan muy prometedor. Te proponemos algo. Puesto que a ti tampoco te gusta abrir un regalo de “relleno”, ¿por qué no te esfuerzas para que este año tus regalos sean un poco más especiales? Ahora que tienes tiempo, se abren un montón de posibilidades entre las que elegir.
Comprar por Internet
Cualquier cosa que se te ocurra puedes encontrarla en portales de compras como Amazon, y muchas veces, con precios más bajos que en las tiendas. Lo mismo ocurre con los e-commerce que venden outlet de primeras marcas.
Uno de los “inconvenientes” de estas tiendas online, son los tiempos de entrega, que en ocasiones superan el mes de espera. Como todavía tienes tienes tiempo, ahora es el momento de elegir una ganga de bolso, unos zapatos de marca o incluso una joya, que te haga quedar como una reina cuando abran tu regalo.
Regalar experiencias
Hace unos años nadie sabía qué era eso de “regalar experiencias”, pero hoy en día todos conocemos varias marcas que ofrecen una manera de regalar más original que a lo que estamos acostumbrados. Los precios de las experiencias van desde los 30 euros, hasta los 500, por lo que que se ajustan a todos los bolsillos y podemos elegir desde un masaje, hasta una cena romántica, pasando por un salto en paracaídas, un viaje en globo, o una cata de vinos.
No hay por qué elegir el más caro o el más extravagante, basta con elegir el que mejor creamos que se ajusta a la personalidad del receptor del regalo. Tampoco estamos obligados a elegir una de estas “cajitas” que se venden en los centros comerciales para regalar una experiencia. Podemos acudir directamente a un restaurante, por ejemplo, y pactar con ellos un menú, previo pago de su importe. En ocasiones, los locales ya disponen de sus propias cajitas, o flyers donde se especifica “vale por una cena romántica para dos”.
Tarjetas-regalo
Si nos decantamos por este regalo, deberemos tener muy claro que el destinatario de la tarjeta-regalo es, ante todo, una persona muy pragmática. A las personas prácticas les encanta este tipo de detalle. Con el dinero que invertimos en su tarjeta, ellos se compran exactamente lo que necesitan y cuando lo necesitan. No es como si te hubiera tocado la lotería, pero casi.
En cambio, hay otras personas que lo consideran un regalo demasiado impersonal. Por ese motivo, hay que tener tacto a la hora de elegir al destinatario de la tarjeta.
Lotería del Niño
¿Por qué no? Es un regalo original y sobre todo, puede convertirse en un regalo mucho más valioso que los 20 euros que invertirás en un principio. No sólo estás regalando ilusión, si el número que regalas sale agraciado, puedes convertir en millonario al portador del décimo y eso, es algo que no puedes conseguir con ningún otro regalo. Tampoco tienes que desplazarte a ninguna administración para comprar el décimo ya que puedes hacerlo por Internet, por ejemplo, en Lotería Manises.
Si haces la compra por Internet, puedes utilizar los buscadores de las administraciones de lotería para encontrar una número concreto: el cumpleaños del receptor del regalo, la fecha de vuestro aniversario, o cualquier número que tenga un significado especial.