La Suerte y el Cine han ido de la mano desde los orígenes del Séptimo Arte. Así, ha sido un tema recurrente en muchos de los argumentos de las diferentes producciones cinematográficas, sin importar que estas fuesen más comerciales o alternativas.
El argumento más utilizado por guionistas y aprobado por productores suele incluir a un protagonista al que nada le sale a derechas y que por un golpe del destino se convierte en un ser afortunado al cual empieza a sonreírle la vida. Ya sea por un encuentro fortuito con un ser desconocido, el reencuentro con su pasado o cualquier otro factor que pase por el creador de la historia, el argumento de la película está ya más que terminado y listo para el rodaje. Sin embargo, también se puede contar la historia al revés. Es decir, que la Diosa Fortuna decida abandonar al personaje principal y lo despoje de todo lo que le rodea, tanto de su seres queridos como lo más material, para mostrar una enseñanza de vida.
Cuestión de suerte
El mundo del celuloide cuenta con infinidad de recursos en lo que se refiere al sorteo del destino de sus personajes, de forma que la narración de una simple historia se convierte en el eje central del argumento de cualquier película, para así mostrar una visión, más o menos comercial, de aquello que el director quiere narrar. Pero también suele ocurrir que la Diosa Fortuna esté presente cuando se celebra el sorteo de la Lotería Nacional, un tema muy utilizado en el cine español cuando estrena sus clásicos navideños. Ejemplo de ello es La gran familia (1962) . Pero si hay un clásico navideño por excelencia es Qué bello es vivir (1946). James Stewart interpreta a George Bailey, quien, cansado de vivir, se topa con Clarence, un ángel enviado por San José para mostrarle cómo sería el mundo si él no hubiese nacido. La suerte está aquí mostrada en forma de cuento de Navidad, con su moraleja, ya que hace ver a su protagonista lo afortunado que es por estar vivo y cómo sus acciones repercuten en su entorno.
Intacto (2001). en esta película, el actor Leonardo Sbaraglia es Federico, el único superviviente de un accidente de avión. Tras el incidente, Federico es tentado por un hombre que roba la suerte a quien toca. Tras aliarse con Federico, planean pasar una serie de pruebas hasta llegar al hombre que lleva más tiempo vivo llegando a la última fase
Match Point (2005). El azar, la ambición, el sexo y la pasión guían las acciones del protagonista de esta película. Un hombre calculador, que sólo piensa en tener un buen nivel de vida, no duda en asesinar a sangre fría para conseguirlo, mientras sigue con su vida aparentemente idilica entre los miembros de la alta sociedad. Aunque la maldad está presente en todo el film, increíblemente, Woody Allen hace que empatices con «el malo» de la peli. Finalmente un golpe de buena o mala suerte, según se mire, determina el desenlace del film.
Golpe de suerte (2003). Bernie Lootz es el tipo más desgraciado de Las Vegas. Todo lo que toca lo arruina, incluyendo su matrimonio y la relación con su hijo. La película narra la huída hacia la felicidad del protagonista.
La chica del puente (1999). Adele es una joven deprimida y sin futuro que piensa que su única salida es arrojarse al Sena desde un puente. De nada han servido los encuentros con los profesionales del grupo de autoayuda a los que ha acudido para intentar encauzar su vida. Pero esta sufrirá un nuevo giro al ser rescatada de las aguas por un lanzador de cuchillos.
Good luck Chuck (2007). Esta comedia romántica está protagonizada por Charlie, un hombre que cuando era niño sufrió una maldición: tras acostarse con una mujer, ésta encuentrará a su amor verdadero y se casará con él. Así Charlie, conocido como «Lucky Chuck», es solicitado por multitud de mujeres solteras. El problema llega cuando Charlie se enamora… no puede acostarse con ella, porque si lo hace, ella encontrará a otro hombre y la perderá para siempre.
Todas las películas, de una u otra forma hablan de la suerte en la vida, pues cuentan historias, ¿y qué historia no depende en algún que otro momento de la suerte?