El 13 de junio de 2014 -para que luego digan del 13-, Euromillones repartió el premio más grande que se ha entregado nunca en España: 137,3 millones de euros. De la noche a la mañana, el afortunado ganador, un ciudadano de origen chino, pasó de trabajar en un «Todo a un euro» a conducir un todo terreno de 100.000 euros, y de vivir en Parla, en el extrarradio obrero de Madrid, a mudarse a la exclusiva urbanización La Finca y a convertirse en vecino de Christiano Ronaldo.
Habrá quien piense que fue un buen golpe de suerte. Pero se equivoca, porque, en realidad, fueron dos. Unos meses antes, el 31 de octubre de 2013 ( de nuevo el 13 trae buena suerte) a este mismo caballero le había caído la nada desdeñable cifra de 1,86 millones de euros en un sorteo de la Primitiva.
Tener mala memoria tiene sus ventajas
Otro con un premio «doble» bastante particular es el británico Derek Ladner, afortunado ganador de uno de los mayores botes que ha repartido la lotería nacional inglesa. En su caso, además, se podría decir que ganó por descuido. Este hombre jugaba los mismos números todas las semanas, y aquel 11 de julio de 2007 no fue una excepción. Esta vez la combinación resultó acertada y Derek fue uno de los cinco únicos ganadores de un bote de casi 2,4 millones de libras esterlinas, nada menos. Pero la historia no acaba ahí.
La sorpresa vino cuando, a la semana siguiente, Derek encontró en su cartera un segundo billete de lotería, también sellado con los mismos números, ¡y para el mismo sorteo! En total, casi un millón de libras esterlinas, que, por cierto llegaron a tan solo tres semanas para su jubilación. Como pensión, no está nada mal, ¿verdad?
El hombre más desafortunado del mundo cambia su suerte
Frane Selak, un profesor de música nacido en Croacia en 1929 y bastante propenso a sufrir todo tipo de percances, cuenta con un historial de accidentes digno de récord. Si por un lado algunos podrían pensar que este hombre a la mala suerte, por contra, él se siente tremendamente afortunado, pues ha salido ileso de todos y cada uno de ellos.
Nada menos que siete incidentes incluyendo todo tipo de medios de transporte: sobrevivió al descarrilamiento de un tren, un aterrizaje forzoso cuando el avión en el que viajaba perdió una puerta en pleno vuelo, una explosión de la bomba de combustible de su coche, el incendio fortuito de otro y hasta el atropello de un autobús; y en otras dos ocasiones, los vehículos que le transportaban cayeron, uno por un precipicio y otro a un río. Pero en 2003, cuando ya se consideraba un tipo afortunado, un sorteo de la lotería vino a dar un giro radical a ese tipo de suerte que siempre llamaba a su puerta. Esta vez la diosa fortuna no le deparaba escapar de ninguna desgracia, sino que le hizo ganador de un millón de dólares.
Tan famoso se hizo que Doritos le invitó a participar en una campaña de promoción de su marca. El anuncio debía grabarse en Australia, por lo que Frane debía tomar un avión… Ni que decir tiene que el señor Selak, muy amablemente, declinó la invitación.
Muchos se preguntarán y con razón que por qué unos tanto y otros tan poco… No hay respuesta para esto. La única opción que tenemos para tentar a la suerte es, seguir intentándolo.