Comprar lotería de Navidad tiene muchas ventajas. Unas son más materialistas y otras están más relacionadas con la ilusión. En todo caso, la gente sigue viendo numerosos beneficios en este juego, ya que la compra de décimos (especialmente, en fechas señaladas, como en Navidad) goza de una excelente salud en nuestro país.
En primer lugar, vamos con los beneficios más materialistas, es decir, económicos. El más evidente es la posibilidad de conseguir un premio extraordinario. Un premio que puede suponer el final de todo tipo de apuros económicos. Y, si no logramos ese premio, también podemos acceder a otros muy importantes. Muy importantes también para tapar agujeros.
Además, ya sabes que comprar lotería también ayuda a engrosar los presupuestos del Estado. Tus aportaciones, por lo tanto, también servirán para construir carreteras, hospitales, etc.
Hay una costumbre asociada con la lotería de Navidad en la que se juntan, especialmente, la necesidad de dinero y las ilusiones. Seguro que más de una vez has comprado décimos para ayudar a la comisión de fiestas de tu pueblo o una asociación que se dedica a cuidar a los enfermos más mayores de nuestra ciudad. Un porcentaje de las ventas de estos décimos sirven para financiar proyectos como los que abanderan estas organizaciones.
Con nuestra aportación, conseguimos dos metas: posibilidades de ganar premios económicos y fondos para que estos colectivos puedan llevar a cabo sus iniciativas.
Las anteriores son iniciativas muy visibles, pero que también tienen que ver con la ilusión. Y, sin duda, invertir en ellas es el beneficio más grande de la lotería de Navidad. La personas se unen y se reúnen para jugar juntos y comprobar los premios. Las alegrías, igual que los décimos, pueden ser compartidas.
Por eso, comprar lotería de Navidad nunca pasa de moda. Por eso, seguiremos teniendo 99.999 razones para participar en su sorteo.