Cada vez está más cerca el 22 de diciembre. Un día mágico para todos los españoles. Un momento en el que las emisoras de radio y las televisiones de hogares y establecimientos están sintonizadas al mismo tiempo. Y es que la lotería de Navidad es mucho más que un juego para los españoles, es toda una tradición llena de imprescindibles.
En el momento en que los niños de San Ildefonso cantan el último número de la lotería y se da por terminado el sorteo, son muchos los que ya están buscando su número para el año que viene, y es que la lotería de Navidad se vende todos los días. El sentimiento de la lotería de Navidad es tan fuerte que todos compramos algún décimo para algún familiar o amigo, confiando que la suerte esté de su lado ese día. Por este motivo, este sorteo es mucho más que un juego de azar. Es un ritual mágico de Navidad donde las familias se reúnen en su casa o en el bar de su barrio a ver el sorteo, con el fin de compartir la emoción. Porque como anunciaba el eslogan del año 2014 en el Gordo «lo importante es compartirlo«.
La mayoría sabemos que es difícil ser uno de los afortunados, pero aún así el sentimiento en esta época es tan fuerte que no podemos evitar participar en el sorteo y comprar loteria de navidad, al menos un décimo, por si acaso. El caso es que la Navidad es tan entrañable que cuando finaliza el sorteo y vemos a los premiados por la tele abriendo botellas de champán, la emoción nos inunda y nos alegramos tanto como si nos hubiera tocado a nosotros. Y es que nos vemos reflejados en esas personas humildes que necesitan ese dinero como cualquier español de a pie.
La lotería de Navidad es algo tan español que nunca morirá, porque ¿y si toca?