La compra de un décimo de lotería es un ritual para muchas personas. Pero, ¿realmente hay días especiales para comprarlos?
A nadie le cabe la menor duda de que la lotería es una cuestión de fortuna. Aún hay quien piensa que debe producirse un alineamiento cósmico para resultar afortunado por los números de la suerte y la combinación ganadora. Y razón no les falta. Que te toque no es fácil, pero tampoco imposible. De hecho, hay personas que se dejan guiar por sentimientos, premoniciones y estados de ánimo. Todo ello influye de manera decisiva en la manera que las personas tienen de comprar boletos y entrar de lleno al sorteo por el que apuesten.
En las próximas líneas, analizamos qué factores son decisivos a la hora de comprar los papeles del azar. Aquellos en los que, de manera irresistible, nos convierten a todos, a ti y a mí, en aspirantes a millonarios.
¿Hay algún día en que preferimos comprar lotería?
Además de algún sorteo estacional célebre, como resultan ser el Gordo de Navidad, el sorteo del Niño, los organizados por la Cruz Roja, como el del oro o los tradicionales sorteos de los días del padre y de la madre, existen ciertos impulsos que mantienen viva la llama de la suerte y la esperanza durante todo el año.
Según estudios realizados por la Administración de Lotería Manises, estadísticamente, los días que más lotería se compra son los lunes y los martes. El motivo es que al comenzar la semana, los compradores van a la administración para comprobar los resultados de la semana anterior y algunos aprovechan para probar suerte de nuevo. Los viernes también son un buen día, ya que los clientes se dejan llevar por la sensación de optimismo y positividad que suelen acompañarnos en el último día laborable de la semana.
Soñar y proyectar que pueda producirse un giro en la vida o pensar que solo hace falta tener dinero para dirigirse definitivamente a la existencia deseada son factores clave por los que tantas personas juegan cada día.
¿Influye algún factor externo?
Si bien es cierto que el propio deseo de ser uno de los agraciados con los jugosos botes que se reparten cada semana en cada sorteo ya es de por sí estimulante, no menos lo es ir boyante de dinero, por su influencia en la decisión de comprar un boleto o no comprarlo.
Hay quienes, debido a la evidente dificultad de pillar una buena porción del premio, prefieren no correr el riesgo, no apostar y, por tanto, ahorrarse el dinero de sus boletos. Otros, siguiendo la máxima que “de ilusión también se vive”, juegan, apuestan, sueñan y esperan su turno en la cola de la fortuna.
La esperanza es cosa de cada día y cada momento es ideal para tentar a la fortuna.
¿Conoces a algún agraciado?
Quizás, uno de los hechos que más repercute a la hora de jugar a los diferentes sorteos de Loterías y Apuestas del Estado es conocer a vecinos o amigos agraciados que, en un momento de su vida, por un golpe de gracia, comenzaron a vivir holgados, construyeron su casa nueva, cambiaron de coche, taparon agujeros y ¡hasta les sobró dinero para invertir!
Intentar equipararse a ellos es un deseo natural, máxime observándoles cada día. Sabiendo que eso es posible, ¿por qué no puede pasarte a ti?
De tarde en tarde, ocurre que, en nuestro país, recae sobre alguien un bote multimillonario que levanta la atención de toda una sociedad. ¿Quién no recuerda el caso de aquella madre soltera de Mallorca que, con la boca cerrada, aguantó en su trabajo hasta dar el giro definitivo, nada más y nada menos que con la friolera de 126 millones de euros? Viste de Zara, utiliza un coche barato y no le ha contado ni una sola palabra a su hijo. “No quiero que sepa que ha nacido rico”, asegura.
Hoy es un gran día para apostar, soñar y proyectarse la idea de ser millonario. Nada hay mejor que el desahogo de sentirse libre tras largos años de trabajo, jefes y apuros económicos. En tu caso, ¿cuántas cosas cambiarías?
Si me tocaria ami me aria el hombre mas feliz de la tierra porque les dariaa a mis niños todo lo q se meecen por q la verdad hay dias q no tengo casi na pa darles bendiciones a Todos AMÉN